Existe cada vez más evidencia de que la disbiosis del microbioma intestinal está asociada con enfermedades cardíacas.
Una intervención nutricional dirigida puede funcionar a través del eje corazón-intestino para mejorar la salud cardíaca en las mascotas.
La ciencia
El análisis metagenómico mostró que los perros con enfermedad mixomatosa de la válvula mitral (MMVD, del inglés myxomatous mitral valve disease) preclínica exhiben disbiosis intestinal. El índice de disbiosis intestinal aumenta en proporción a la gravedad de la MMVD y está inversamente asociado con la abundancia de Clostridium hiranonis, que desempeña una función clave en la conversión de los ácidos biliares primarios a secundarios.1
Existe una relación compleja entre la salud del microbioma y la salud cardíaca. Los perros con MMVD tienen un microbioma alterado. Los cambios en la microbiota comienzan en la etapa preclínica temprana antes de la aparición de la insuficiencia cardíaca, lo que brinda la oportunidad de abordar la cardiopatía a través del eje corazón-intestino.