La obesidad se define como una acumulación de cantidades excesivas de tejido adiposo en el cuerpo1.
El tejido adiposo no solo almacena exceso de energía, sino que también es un órgano endocrino activo.
Los adipocitos (células de grasa) secretan una variedad de hormonas, citocinas y otros factores proteicos, (denominados colectivamente adipocinas), que influyen biológicamente en el resto del cuerpo.
Los estudios demuestran que la obesidad está asociada con un estado de inflamación crónica de bajo grado2, una afección que predispone a las mascotas a enfermedades como la osteoartritis y la diabetes mellitus.
El tejido adiposo produce más de 100 adipocinas con efectos sistémicos que varían desde la regulación del apetito hasta la presión arterial. Estos incluyen citocinas proinflamatorias tales como el factor de necrosis tumoral-α (TNF-α), la interleucina-6 y la proteína C reactiva3.
La secreción de adipocinas se ve alterada en la obesidad. En estudios en seres humanos sobre la obesidad, los niveles sanguíneos de citocinas inflamatorias se elevan sistémicamente4. De manera similar, las investigaciones de Purina y de otros han demostrado que los perros y los gatos obesos tienen mayores concentraciones de adipocinas inflamatorias en comparación con los animales magros5-10.
Dado que el tejido adiposo, o, más específicamente, el tejido adiposo blanco, es una fuente de estos compuestos inflamatorios, los niveles elevados de adipocinas inflamatorias parecen ser un vínculo entre la obesidad y muchas enfermedades relacionadas con el peso3,11.
La resistencia a la insulina en la obesidad, por ejemplo, está vinculada con niveles elevados de TNF-α, que es una citocina que bloquea la activación de los receptores de insulina12-15.
Las investigaciones también muestran que la obesidad está asociada con una mayor producción de radicales libres, lo que conduce a un mayor estrés oxidativo. El estrés oxidativo contribuye al daño tisular, el cual puede desempeñar un papel en el desarrollo de muchas enfermedades16,17.
Muchos de estos efectos adversos se pueden reducir o revertir con pérdida de peso5, 7, 13, 18-20.