Un microbioma saludable y equilibrado es un microbioma resiliente que resiste a la disbiosis y ayuda a proteger al huésped de infecciones y otras tensiones, lo que mejora la salud del huésped a largo plazo.1
La ciencia
Para la resiliencia, se necesita un microbioma diverso.1 E. faecium SF68 se asoció con niveles más altos de bifidobacterias y niveles más bajos de Clostridium perfringens, lo que indica un microbioma más equilibrado en gatitos que reciben el probiótico.2
El probiótico E. faecium SF68 favorece la resiliencia en el microbioma de los gatitos.
La ciencia
Los perros y gatos obesos experimentan grandes cambios en el microbioma en respuesta a los cambios en la dieta, lo que indica que tienen un microbioma menos estable y resiliente.3,4
Mantener un peso saludable tiene un efecto protector sobre la resiliencia del microbioma.
La ciencia
Los perros alimentados con achicoria o FOS presentaron significativamente más bifidobacterias fecales, menos clostridios fecales y mayores niveles de ácidos grasos beneficiosos de cadena corta (SCFA, del inglés short-chain fatty acids).5 Los SCFA promueven la salud intestinal a través de varios procesos.6
Los prebióticos como la inulina o el fructooligosacárido promueven un microbioma resiliente.
La ciencia
Además de los beneficios inmunitarios de E. faecium SF68 observados en gatos con infecciones por herpesvirus latentes, la complementación con el probiótico preservó la diversidad microbiana intestinal cuando los gatos estuvieron expuestos a tensiones menores (p. ej., cambios de vivienda, castración).7,8
El probiótico E. faecium SF68 mejora la respuesta a las vacunas y las funciones inmunitarias a largo plazo en los perros en crecimiento sin sobreestimular el sistema inmunitario.
La ciencia
La cepa probiótica Bacillus coagulans GBI-30 6086 (BC30) redujo la proteína C reactiva en el suero de perros de trineo sometidos a estrés inducido por el ejercicio.9
La cepa probiótica BC30 mejora la respuesta al estrés inducido por el ejercicio en perros.