Los estudios informan que aproximadamente el 10 % de los perros y el 15 % de los gatos tienen una enfermedad cardíaca. La mayoría de los gatos sufre de miocardiopatías. En los perros, las razas más pequeñas son las que tienen más probabilidades de padecer enfermedad mixomatosa de la válvula mitral (MMVD), mientras que las razas más grandes tienden a presentar miocardiopatía dilatada.1-4
A pesar de tener una enfermedad cardíaca, los gatos y los perros a menudo parecen sanos hasta que su corazón ya está fallando. Las etapas tempranas de la enfermedad pueden pasar desapercibidas, a menos que se diagnostique a la mascota durante un examen veterinario programado por un motivo no cardíaco.1, 5, 6
El Colegio Estadounidense de Medicina Interna Veterinaria (ACVIM, del inglés American College of Internal Veterinary Medicine) identifica cuatro etapas de enfermedad cardíaca en gatos con miocardiopatía o perros con enfermedad mixomatosa de la válvula mitral. Cada etapa se basa en exámenes clínicos y ecocardiográficos y, luego, se vincula con un tratamiento dirigido al manejo de signos clínicos. La identificación precisa de la etapa en que se encuentra la enfermedad cardíaca es importante para determinar el tratamiento y el pronóstico.1, 7
La insuficiencia cardíaca se refiere a los signos clínicos que se generan cuando el corazón ya no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Una vez que se desarrolla la insuficiencia cardíaca congestiva (ICC), las mascotas tienen una esperanza de vida considerablemente reducida.4, 8, 9
Continúa leyendo para obtener más información sobre la investigación que puede ayudar a los veterinarios a predecir mejor el avance de las enfermedades cardíacas o encontrar nuevas funciones para los nutrientes en relación con las mascotas que padecen enfermedades cardíacas.
La mayoría de los gatos con enfermedades cardíacas presentan miocardiopatía hipertrófica (HCM, del inglés hypertrophic cardiomyopathy), una enfermedad del miocardio caracterizada por una hipertrofia del ventrículo izquierdo que no es causada por otras afecciones médicas. Sin una ecocardiografía, las etapas tempranas de la enfermedad en los gatos a menudo pasan desapercibidas, porque es posible que no tengan un soplo cardíaco sospechoso ni muestren signos clínicos hasta que se produzca una insuficiencia cardíaca (ICC) o presenten parálisis por tromboembolismo aórtico (ATE, del inglés aortic thromboembolism).4
Es más probable que los gatos con HCM sean de mayor edad, machos y tengan un soplo sistólico alto. La mayoría también son gatos de raza mixta, aunque algunas razas, como Maine Coon y Ragdoll, presentan un mayor riesgo debido a mutaciones genéticas subyacentes.12
La presentación y los resultados de la miocardiopatía en felinos son extremadamente variables. Sin embargo, en alrededor del 30 % se produce insuficiencia cardíaca. En general, mientras más grave sea la dilatación de la aurícula izquierda, mayor será el riesgo de que ocurran episodios tromboembólicos arteriales (ATE) e ICC.
El cuidado de los gatos con ICC se basa en el manejo de signos clínicos como edema pulmonar y apoyo al funcionamiento del corazón. Las recomendaciones alimentarias se centran en mantener la ingesta calórica de los gatos, evitar dietas o bocadillos altos en sodio, incorporar suplementos de ácidos grasos omega-3 para la salud del corazón y controlar los niveles de potasio sérico.7,13
Al igual que los gatos con miocardiopatía en etapa temprana, los perros que se encuentran en etapas tempranas de la enfermedad mixomatosa de la válvula mitral también parecen estar sanos. La MMVD generalmente se detecta durante un examen de rutina cuando se ausculta un soplo sistólico apical izquierdo.1, 5
La progresión de la MMVD también es difícil de predecir, y la dilatación de la aurícula izquierda es uno de los indicadores más confiables de avance de la enfermedad cardíaca. En comparación con los perros con MMVD en etapa temprana, los que tienen insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) tienen una menor esperanza de vida.8, 14-16
Los biomarcadores pueden proporcionar pistas importantes sobre el avance de la enfermedad. En enfermedades cardíacas como la MMVD, las etapas avanzadas presentan un riesgo de insuficiencia cardíaca. Los científicos de Purina estudiaron microARN en perros con MMVD para evaluar el potencial de nuevos biomarcadores.
Los científicos de Purina analizaron 277 perfiles de expresión de miARN circulantes de perros en todas las etapas de la MMVD, desde perros normales a los con insuficiencia cardíaca congestiva.17
Aunque se requiere una investigación adicional, los resultados sugieren que algunos miARN circulantes pueden ser biomarcadores para el diagnóstico, pronóstico o respuesta de control al tratamiento de MMVD en perros.
Los microARN (miARN) son moléculas de ARN pequeñas, no codificadas, que son biomarcadores potenciales no invasivos para las enfermedades cardíacas.
Utilizando las directrices del ACVIM para la clasificación en etapas de perros con MMVD, los investigadores colocaron 18 perros de diversas razas en tres grupos de 6 perros cada uno.
Los resultados demostraron que los perros en las etapas B, C o D tenían 11 miARN expresados diferencialmente en comparación con los perros saludables en la etapa A.
Entre los 11 miARN que se expresaron diferencialmente, 6 miARN fueron significativamente diferentes entre perros en las etapas B1 o B2 y los que se encontraban en las etapas C o D.
Los cambios en la expresión del gen también fueron superiores, ya que la gravedad de la MMVD aumentó.