Muchos de estos cambios son indeseables, y algunos pueden ser irreversibles. Estos cambios pueden afectar la cognición - la capacidad de una mascota para aprender, resolver problemas y recordar. Sin embargo, incluso los dueños observadores pueden no reconocer este deterioro cognitivo hasta que se produzca un cambio repentino en el comportamiento de su mascota.
Afortunadamente, las mascotas que envejecen no tienen que actuar como mascotas senior: La investigación de Purina ha demostrado que la intervención temprana a través de la nutrición dirigida utilizando triglicéridos de cadena media (TCM) y otros nutrientes específicos puede ayudar a la función cerebral en perros y gatos a medida que envejecen. Por tanto, la mediana edad es el momento para que los veterinarios comiencen a hablar con los dueños sobre el envejecimiento, los signos de envejecimiento anormal y las estrategias para fomentar un cerebro sano.
Los cambios físicos en el cerebro asociados con el envejecimiento incluyen:
Otros cambios significativos incluyen:
En algunas mascotas, el deterioro cognitivo relacionado con la edad no afecta las funciones diarias y solo se detectaría a través de pruebas cognitivas validadas. Para otras mascotas, el deterioro cognitivo puede ser leve pero notable para los dueños. En caso extremo, el deterioro puede ser lo suficientemente grave como para causar el síndrome de disfunción cognitiva (SDC), que es similar a la demencia en las personas, y puede ser muy obvio.
Algunos de los signos que los dueños observan en las mascotas senior, según se informa a los veterinarios etólogos, se muestran en estas figuras.2 El deterioro cognitivo y la disfunción cognitiva existen en un espectro, por lo que sus signos clínicos se superponen.
Los comportamientos que pueden observarse con el deterioro cognitivo incluyen aumento de la ansiedad y reducción de la capacidad de lidiar situaciones (incluidos los comportamientos destructivos); comportamientos compulsivos; confusión; interacciones sociales alteradas, capacidad reducida para explorar entornos; cambios en el sueño; disminución de la respuesta a las órdenes; capacidad reducida para predecir el momento de comer; y cambios en los hábitos de ir al baño y alimentarse.4,5
A través de intervenciones nutricionales dirigidas a algunos de los cambios cerebrales conocidos relacionados con la edad, podemos mitigar las reacciones en cadena que conducen a los cambios irreversibles que causan el deterioro cognitivo. Las combinaciones de nutrientes pueden proporcionar beneficios adicionales además de los obtenidos de la suplementación con un solo nutriente.
Los antioxidantes incluyen una amplia gama de sustancias que eliminan los radicales libres evitando su formación o eliminándolos antes de que puedan causar daños. El cuerpo produce sus propios antioxidantes (endógenos); sin embargo, la capacidad antioxidante endógena disminuye con la edad y la producción de radicales libres aumenta con la edad, causando un desequilibrio peligroso (estrés oxidativo). Proporcionar antioxidantes en la dieta puede ayudar a restablecer el equilibrio y reducir el daño oxidativo.
En particular, los ácidos grasos omega-3, el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA) desempeñan funciones neuroprotectoras y antiinflamatorias cruciales. El aceite de pescado es una excelente fuente de DHA y EPA.
Algunas vitaminas del grupo B, especialmente la tiamina (B1), la piridoxina (B6), el ácido fólico (B9) y la cobalamina (B12) son particularmente importantes para el desarrollo neurológico y la función cognitiva. La deficiencia de vitaminas del grupo B puede conducir a niveles sanguíneos elevados del aminoácido homocisteína, que es un factor de riesgo para el deterioro cognitivo. La suplementación con vitaminas del grupo B reduce el riesgo de deficiencias y la acumulación de homocisteína, lo que reduce uno de los factores de riesgo del deterioro cognitivo.
El cerebro adulto depende de la glucosa para obtener energía. La edad reduce la capacidad del cerebro para utilizar la glucosa como fuente de energía, incluso cuando está disponible. Debido a las altas demandas de energía del cerebro, es particularmente vulnerable al suministro inadecuado de energía como resultado de un metabolismo energético alterado. La reducción del metabolismo de la glucosa en el cerebro inicia una reacción en cadena que puede conducir a la muerte de las células cerebrales y a la pérdida irreversible de masa cerebral, así como a cambios físicos y de comportamiento.
Ante la afectación del metabolismo de la glucosa, las neuronas pueden necesitar una fuente de energía alternativa para mantener la función normal. Aunque el metabolismo de la glucosa cerebral disminuye con el envejecimiento, el metabolismo de las cetonas en el cerebro parece no verse afectado y se presta a una intervención nutricional. Los cuerpos cetónicos pueden proporcionar hasta el 60–70% de la energía del cerebro durante el ayuno prolongado y la baja disponibilidad de glucosa.6
Las cetonas tienen beneficios neuroprotectores más allá de la producción de energía. Disminuyen la producción de especies reactivas de oxígeno (ERO) que causan estrés oxidativo; mejoran la regulación de la función sináptica a través de la biogénesis mitocondrial (formación de nuevas mitocondrias); y estimulan la síntesis de ácidos grasos poliinsaturados beneficiosos. También pueden favorecer la función mitocondrial y estimular las vías que ayudan a eliminar las proteínas anormales.
Los triglicéridos de cadena media (TCM) dietéticos proporcionan una fuente de cetonas cuando se metabolizan. Los TCM son grasas que se encuentran en los aceites vegetales, como el aceite de coco. Los ácidos grasos de cadena media de los TCM también proporcionan energía y pueden ayudar a restaurar la función mitocondrial, lo que puede proporcionar beneficios prolongados para el metabolismo y las funciones celulares.
La investigación de Purina ha conducido a hallazgos innovadores para proteger la salud del cerebro en perros senior.
La nutrición dirigida para abordar varios factores de riesgo del envejecimiento cerebral puede ayudar a preservar la función cognitiva y ayudar la salud cognitiva en los perros senior.
Al proporcionar cetonas de triglicéridos de cadena media (TCM) como fuente de energía alternativa para el cerebro, podemos atacar los cambios metabólicos que contribuyen al deterioro cognitivo. La investigación de Purina demostró que los perros senior alimentados con una dieta que contenía TCM cometieron menos errores en las pruebas cognitivas para evaluar la conciencia, la percepción, el razonamiento y la adaptabilidad, y la mejora de la memoria empezó a las 2 semanas. Los perros senior alimentados con dieta con TCM también tenían mejores resultados que los perros alimentados con dieta de control a medida que las tareas se volvían más complejas.7
Los dueños de perros de fuera del estudio también informaron de mejoras impresionantes en los niveles de actividad de sus perros, como la vivacidad y la diversión.
La investigación de Purina demostró que los perros alimentados con una dieta suplementada con una mezcla de aceite de pescado, antioxidantes, arginina y vitaminas del grupo B cometieron menos errores en tareas más complejas al evaluar la capacidad de resolución de problemas. A medida que las tareas se volvían más complejas, los perros con dieta suplementada cometieron significativamente menos errores que aquellos con dieta de control.8
La investigación de Purina demostró que los gatos alimentados con una dieta que contiene una mezcla de nutrientes específicos (aceite de pescado, antioxidantes, vitaminas del grupo B y arginina) obtuvieron mejores resultados en las pruebas cognitivas de memoria, aprendizaje, flexibilidad mental y discriminación de objetos.9 Esto incluía cometer menos errores cuando se evaluaron su capacidad de resolución de problemas y aprendizaje visual.
La investigación sobre el cerebro está a la vanguardia de nuestra ciencia. Nos enorgullece presentarle los últimos hallazgos, presentados desde un ángulo práctico, para ayudarlo a mantenerse actualizado en su especialidad. Descargue los últimos artículos aquí.
Más información
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1. Studzinski, C. M., Christie, L.-A., Araujo, J. A., Burnham, W. M., Head, E., Cotman, C. W., & Milgram, N. W. (2006). Visuospatial function in the beagle dog: an early marker of cognitive decline in a model of human aging and dementia. Neurobiology of Learning and Memory, 86, 197–204
2. Landsberg, G. M., Nichol, J., & Araujo, J. A. (2012). Cognitive dysfunction syndrome: a disease of canine and feline brain aging. Veterinary Clinics of North America Small Animal Practice, 42, 749–768. doi: 10.1016/j.cvsm.2012.04.003
3. London, E. D., Ohata, M., Takei, H., French, A. W., & Rapoport, S. I. (1983). Regional cerebral metabolic rate for glucose in beagle dogs of different ages. Neurobiology of Aging, 4, 121–126
4. Schütt, T., Toft, N., & Berendt, M. (2015). Cognitive function, progression of age-related behavioral changes, biomarkers, and survival in dogs more than 8 years old. Journal of Veterinary Internal Medicine, 201, 1569–1577. doi: 10.1111/jvim.13633
5. Cory, J. (2013). Identification and management of cognitive decline in companion animals and the comparisons with Alzheimer disease: A review. Journal of Veterinary Behavior: Clinical Applications and Research, 8, 291–301
6. Nugent, S., Tremblay, S., Chen, K. W., Ayutyanont, N., Roontiva, A., Castellano, C.-A. & Cunnane, S. C. (2014). https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24388785 Brain glucose and acetoacetate metabolism: a comparison of young and older adults. Neurobiology of Aging, 35, 1386–1395. doi: 10.1016/j.neurobiolaging.2013.11.027
7. Pan, Y., Larson, B., Araujo, J. A., Lau, W., de Rivera, C., Santana, R., Gore, A., & Milgram, N. W. (2010). Dietary supplementation with medium-chain TAG has long-lasting cognition-enhancing effects in aged dogs. British Journal of Nutrition, 103, 1746–1754. doi: 10.1017/S0007114510000097
8. Pan, Y., Kennedy, A. D., Jonsson, T. J., & Milgram N. W. (2018). Cognitive enhancement in old dogs from dietary supplementation with a nutrient blend containing arginine, antioxidants, B vitamins and fish oil. British Journal of Nutrition, 119, 349–358. doi: 10.1017/S0007114517003464
9. Pan, Y., Araujo, J. A., Burrows, J., de Rivera, C., Gore, A., Bhatnagar, S., & Milgram, N. W. (2013). Cognitive enhancement in middle-aged and old cats with dietary supplementation with a nutrient blend containing fish oil, B vitamins, antioxidants and arginine. British Journal of Nutrition, 110, 40–49. doi: 10.1017/S0007114512004771