Los mecanismos de acción de los probióticos son complejos, diversos y específicos de las cepas.1,2 La misma cepa probiótica puede inhibir diferentes patógenos mediante diferentes mecanismos.3
Además, diferentes cepas dentro de la misma especie pueden tener efectos muy diferentes.2 Los probióticos combinados (que constan de más de una cepa) no son necesariamente más eficaces que los probióticos de una sola cepa.3,4 Los probióticos también dependen de la dosis, por lo tanto, es necesario realizar investigaciones clínicas para establecer la cantidad adecuada de una cepa particular de bacterias necesaria para la eficacia.
Además, en diversos estudios se han planteado preguntas sobre la calidad y la pureza de los probióticos disponibles comercialmente para seres humanos y mascotas.1,5-9 Solo dos de 136 y cuatro de 258 probióticos humanos y veterinarios evaluados fueron representados con exactitud en la etiqueta del producto. Entre los hallazgos adicionales se incluyeron concentraciones bajas de organismos viables; ausencia de uno o más de los organismos declarados en la etiqueta; organismos contaminantes y etiquetado
Además de cumplir con todos los criterios para un probiótico eficaz, se deben realizar estudios de estabilidad para establecer que el probiótico (organismos vivos) sobrevive a las condiciones típicas de fabricación, envío y almacenamiento. La amplia investigación de Purina en esta área ha llevado al desarrollo de probióticos eficaces, estables y seguros.
A medida que la investigación y el conocimiento de los probióticos se expanden, es posible que ciertos probióticos no cumplan con todos los criterios mencionados anteriormente, pero que aun proporcionen beneficios específicos para la salud no gastrointestinal (como reducir los comportamientos por ansiedad o mejorar la respuesta metabólica en individuos obesos).