Información útil sobre las necesidades de perros y gatos con condiciones de salud sensibles a la nutrición.
Trastornos dermatológicos
En perros, la dermatitis atópica o simplemente “atopia” es una enfermedad cutánea alérgica hereditaria, inflamatoria y prurítica mediada por Ig-E desencadenada por alérgenos ambientales.1 La etiología compleja de la enfermedad probablemente también involucra una barrera cutánea defectuosa que da como resultado un aumento de la pérdida transepidérmica de agua.2 En gatos, el papel que juegan la genética, la IgE o una barrera cutánea defectuosa en la enfermedad se comprende menos.2,3
La prevalencia informada en las mascotas varía, al menos en parte, debido a las diferentes poblaciones estudiadas, los métodos de diagnóstico y la geografía (es decir, debido a los diferentes tipos y niveles de alérgenos presentes en el entorno).4 Se informó que la prevalencia fue del 12.5 % de los gatos que se presentaron por signos dermatológicos en una clínica especializada universitaria5 en comparación con solo el 1 % de los gatos que se presentaron por afecciones cutáneas en el consultorio general.6 En perros, se ha estimado que la prevalencia es de un 3 a un 15 %.4
La aparición de la afección suele ocurrir, por lo general, antes de los tres años, tanto en perros como en gatos.2,7 La atopia es una enfermedad crónica en la que los signos clínicos aparecen por temporada o durante todo el año (por lo común, con brotes agudos), dependiendo de los alérgenos ambientales involucrados. Un porcentaje clínicamente significativo de perros y gatos atópicos también tiene alergia o intolerancia a alimentos. El tratamiento de la atopia en mascotas utiliza un enfoque multimodal que incluye la nutrición.