Situaciones de práctica
Conoce a DUFFY
Un perro boyero de Berna macho, castrado, de 2 años de edad
- Duffy se presenta hoy con diarrea crónica intermitente del intestino delgado. Si bien el dueño informa que solo defeca de 2 a 3 veces al día y no tiene apremio por hacerlo, tiene heces blandas voluminosas. El dueño también informa que en los últimos 6 meses se produjo diarrea y flatulencias constantemente. Lo que le preocupa al dueño hoy es el letargo de Duffy, que comenzó hace 2 días.
- Actualmente, Duffy come un alimento seco para perros con alto contenido de proteínas formulado para todas las etapas de la vida que su dueño compra en una tienda de productos para mascotas. El dueño informa que el apetito del perro ha estado bien. Durante todo el año, Duffy recibe un medicamento una vez al mes para protegerse contra la dirofilariasis, las garrapatas, las pulgas, los ascárides y los anquilostomas.
- Los hallazgos del examen físico son normales. Sin embargo, una comparación del peso actual de Duffy con los pesos corporales anteriores en la historia clínica revela que perdió peso. Su calificación de condición corporal en la actualidad es de 4/9, en comparación con 5/9 en consultas anteriores.
- Se obtienen muestras de sangre, orina y materia fecal y se envían a un laboratorio de referencia para su evaluación durante la noche. No se observa evidencia de parásitos intestinales ni huevos. Sin embargo, los resultados del perfil de química sanguínea revelan una panhipoproteinemia leve.
Trastornos gastrointestinales
Enteropatía Canina Sensible a Inmunosupresores (Enfermedad Inflamatoria Intestinal)
La enteropatía sensible a esteroides o inmunosupresores, también conocida como enfermedad inflamatoria intestinal (EII) idiopática, es una categoría de enteropatía crónica en perros. La enteropatía sensible a inmunosupresores se caracteriza por signos clínicos gastrointestinales persistentes o intermitentes que duran tres semanas o más, en ausencia de otras afecciones intestinales (p. ej., indiscreción alimenticia, parasitismo, enteropatógenos identificados o neoplasia) y enfermedades no relacionadas con el tracto gastrointestinal.1-4 Puede presentarse cualquier combinación y gravedad de los signos clínicos, entre los que se cuentan diarrea, vómitos, pérdida de peso, cambios en el apetito, borborigmos, náusea y dolor abdominal.1,5,6
El diagnóstico de la enteropatía sensible a inmunosupresores se realiza por exclusión y, por lo tanto, implica lo siguiente:1,5,7-9
- los tratamientos antihelmínticos, dietéticos o con antibióticos no lograron producir respuestas clínicas satisfactorias,
- las biopsias intestinales y la histopatología confirmaron la presencia de inflamación,
- el uso de glucocorticoides u otra terapia inmunomoduladora dio como resultado una respuesta positiva.
Muchos perros con trastornos gastrointestinales crónicos, entre los que se incluye la enteropatía sensible a inmunosupresores, presentan inflamación intestinal y cambios en el microbioma del intestino, una afección conocida como disbiosis intestinal.10-15 Sin embargo, no está claro si la disbiosis es una causa de la enteropatía o si es un síntoma de esta.16,17
Aunque el cambio en la dieta por sí solo puede producir una respuesta inadecuada, de cualquier manera, se deben considerar las modificaciones nutricionales como terapia complementaria para perros con enteropatía sensible a inmunosupresores. Un cambio en la dieta puede ser beneficioso porque se cree que la inflamación intestinal se desencadena por las interacciones entre los componentes de la comida, el sistema inmunitario de la mucosa y la microbiota en perros genéticamente susceptibles.18,19 Además, la desnutrición es común en perros con enteropatía crónica debido a disrexia, absorción deficiente y aumento en las pérdidas de nutrientes.20
El objetivo de la intervención nutricional es proporcionar una dieta completa y equilibrada que satisfaga los requisitos nutricionales del perro, minimice la inflamación de la mucosa, compense la digestión o absorción deficientes y ayude a controlar los signos clínicos.
Mensajes clave
- La intervención nutricional se utiliza como complemento del tratamiento inmunosupresor en perros con signos gastrointestinales crónicos que no responden al tratamiento nutricional solo o en combinación con el tratamiento con antibióticos. Los tipos de dieta comunes incluyen los siguientes:8,16,21,23,24
- dietas de proteínas hidrolizadas,
- alimentación a base de aminoácidos (es decir, elementales),
- dietas de proteínas nuevas.
- Las características de la dieta y los nutrientes de interés incluyen digestibilidad, densidad energética, grasa, proteína, cobalamina (vitamina B-12), potasio y consumo de agua.20,25
- No todos los nutrientes de interés son relevantes para cada paciente.
- Los nutrientes de interés para un perro en particular variarán según qué signos clínicos estén presentes, su duración y gravedad, y una evaluación nutricional.
- Los perros con enteropatía sensible a inmunosupresores deben alimentarse con una dieta de proteínas nuevas o hidrolizadas, muy fácil de digerir, sabrosa, con grasa de moderada a baja que proporcione suficientes calorías para tratar la digestión deteriorada o la absorción de macronutrientes (p. ej., proteínas, grasas o carbohidratos), abordar la disbiosis y minimizar la pérdida de masa corporal magra.26
- Se puede proporcionar una dieta a base de aminoácidos o elemental, en lugar de una dieta de proteína hidrolizada o nueva para proporcionar aminoácidos y péptidos pequeños fácilmente disponibles para la síntesis de proteínas.
- Debe proporcionarse exclusivamente la dieta elegida durante el tiempo que sea necesario.
- La deshidratación es un problema frecuente en perros con enteropatía sensible a inmunosupresores y puede estar acompañada de desequilibrios electrolíticos, en particular, de potasio y posiblemente sodio.20 Los perros con una leve falta de líquidos se pueden tratar con la ingesta de agua por vía oral o la administración de líquidos por vía subcutánea. Sin embargo, los perros con deshidratación moderada a grave deben recibir líquidos intravenosos y reemplazo de electrolitos según corresponda.
- Una absorción gastrointestinal deficiente puede dar como resultado una deficiencia de cobalamina (vitamina B-12) en perros con enteropatías crónicas, a pesar de su abundancia en las dietas caninas. Si el análisis revela una deficiencia, se debe proporcionar un suplemento de vitamina B-12, ya sea por vía parenteral u oral.25,27
- El aumento de los niveles de ácidos grasos omega-3, que tienen efectos antiinflamatorios y moduladores de la respuesta inmunitaria, puede beneficiar a los perros con enteropatía sensible a inmunosupresores.26,27
- Los prebióticos, probióticos o simbióticos pueden ayudar a los perros con enteropatía sensible a inmunosupresores, ya que influyen en la composición del microbioma gastrointestinal, lo que, a su vez, cambia los antígenos bacterianos que se presentan en la mucosa intestinal y modula la respuesta inflamatoria.25,26
- La fibra prebiótica (p. ej., fibra soluble o mixta) en la dieta puede beneficiar a algunos perros porque aumenta la producción de ácidos grasos de cadena corta de la microbiota.
- Muchos perros con enteropatía sensible a inmunosupresores presentan disrexia e, inicialmente, pueden beneficiarse de recibir porciones pequeñas y frecuentes de comida (p. ej., de 3 a 6 comidas por día). Esto puede ayudar a mejorar la absorción de nutrientes y minimizar las respuestas adversas, como vómitos o diarrea.25,28
- Si los signos clínicos de la enteropatía se resuelven, se puede intentar realizar una transición muy gradual a la dieta habitual del perro durante un período de siete días.
- Dependiendo de cuál sea la causa subyacente que se sospeche, es posible que algunos perros deban seguir un régimen alimentario.
Herramientas y contenido relacionados:
Enteropatía Crónica en Perros
La nutrición puede desempeñar un papel importante en el diagnóstico y el tratamiento de perros con enteropatía crónica.
Disbiosis Intestinal en Perros Y Gatos
La modificación de la alimentación es un componente clave de los planes terapéuticos para el tratamiento de perros y gatos con disbiosis intestinal.
La evaluación nutricional es un proceso iterativo: Evaluación exhaustiva
Una evaluación nutricional exhaustiva es importante para las mascotas con riesgo de sufrir problemas relacionados con la nutrición.
Dietas Enterales a Base De Aminoácidos Para Reacciones Adversas a Los Alimentos Y Enfermedades Gastrointestinales en Perros
Obtén más información sobre la historia, los usos y los beneficios de las dietas enterales a base de aminoácidos.
Este enlace te llevará a un artículo en inglés que no está disponible en español.
Para compartir con el dueño de la mascota:
Formulario De Evaluación Del Historial De Dieta
Este breve formulario de evaluación del historial de dieta es un documento práctico y fácil de usar que puede ayudar a los clientes a proporcionar información importante sobre la dieta de su mascota.
Cómo Evaluar La Condición Corporal De Tu Perro
Evalúa la condición corporal de tu perro en solo 3 simples pasos
Prebióticos
Purina es pionera en utilizar prebióticos en alimentos para mascotas y líder en el campo y líder en dicha área de investigación. ¿Cuáles son los beneficios de los prebióticos para las mascotas?
Probióticos
Los probióticos ofrecen muchos beneficios, pero con tantas opciones disponibles, los propietarios de animales de compañía pueden no saber cómo seleccionar los de mejor calidad y más adecuados para las necesidades de su mascota.
Referencias
- Dandrieux, J. R. S. (2016). Inflammatory bowel disease versus chronic enteropathy in dogs: Are they one and the same? Journal of Small Animal Practice, 57(11), 589-599. Identificador de objeto digital: 10.1111/jsap.12588
- Dandrieux, J. R. S. y Mansfield, C. S. (2019). Chronic enteropathy in canines: Prevalence, impact and management strategies. Veterinary Medicine: Research and Reports, 10, 203-214. Identificador de objeto digital: 10.2147/VMRR.S162774
- Hall, E. J. y Day, M. J. (2017). Diseases of the small intestine. En S. J. Ettinger, E. C. Feldman y E. Côté (Eds.), Textbook of veterinary internal medicine: Diseases of the dog and the cat (octava edición, pág. 3643-3820). Elsevier.
- Jergens, A. E. y Simpson, K. W. (2012). Inflammatory bowel disease in veterinary medicine. Frontiers in Bioscience-Elite, 4(4), 1404-1419. Identificador de objeto digital: 10.2741/470
- Procoli, F. (2020). Inflammatory bowel disease, food-responsive, antibiotic-responsive diarrhoea, protein losing enteropathy: Acronyms, clinical staging, and treatment of chronic inflammatory enteropathy in dogs. Advances in Small Animal Care, 1, 127-141. Identificador de objeto digital: 10.1016/j.yasa.2020.07.010
- Schmitz, S., Glanemann, B., Garden, O. A., Brooks, H., Chang, Y. M., Werling, D. y Allenspach, K. (2015). A prospective, randomized, blinded, placebo-controlled pilot study on the effect of Enterococcus faecium on clinical activity and intestinal gene expression in canine food-responsive chronic enteropathy. Journal of Veterinary Internal Medicine, 29(2), 533-543. Identificador de objeto digital: 10.1111/jvim.12563
- Simpson, K. W. y Jergens, A. E. (2011). Pitfalls and progress in the diagnosis and management of canine inflammatory bowel disease. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 41(2), 381-398. Identificador de objeto digital: 10.1016/j.cvsm.2011.02.003
- Makielski, K., Cullen, J., O’Connor, A. y Jergens, A. E. (2019). Narrative review of therapies for chronic enteropathies in dogs and cats. Journal of Veterinary Internal Medicine, 33(1), 11-22. Identificador de objeto digital: 10.1111/jvim.15345
- Washabau, R. J., Day, M. J., Willard, M. D., Hall, E. J., Jergens, A. E., Mansell, J., Minami, T. y Bilzer, T. W. (2010). Endoscopic, biopsy, and histopathologic guidelines for the evaluation of gastrointestinal inflammation in companion animals. Journal of Veterinary Internal Medicine, 24(1), 10-26. Identificador de objeto digital: 10.1111/j.1939-1676.2009.0443.x
- Honneffer, J. B., Minamoto, Y. y Suchodolski, J. S. (2014). Microbiota alterations in acute and chronic gastrointestinal inflammation of cats and dogs. World Journal of Gastroenterology, 20(44), 16489-16497. Identificador de objeto digital: 10.3748/wjg.v20.i44.16489
- Minamoto, Y., Otoni, C. C., Steelman, S. M., Büyükleblebici, O., Steiner, J. M., Jergens, A. E. y Suchodolski, J. S. (2015). Alteration of the fecal microbiota and serum metabolite profiles in dogs with idiopathic inflammatory bowel disease. Gut Microbes, 6(1), 33-47. Identificador de objeto digital: 10.1080/19490976.2014.997612
- Suchodolski, J. S., Xenoulis, P. G., Paddock, C. G., Steiner, J. M. y Jergens, A. E. (2010). Molecular analysis of the bacterial microbiota in duodenal biopsies from dogs with idiopathic inflammatory bowel disease. Veterinary Microbiology, 142(3-4), 394-400. Identificador de objeto digital: 10.1016/j.vetmic.2009.11.002
- Suchodolski, J. S., Dowd, S. E., Wilke, V., Steiner, J. M. y Jergens, A. E. (2012). 16S rRNA gene pyrosequencing reveals bacterial dysbiosis in the duodenum of dogs with idiopathic inflammatory bowel disease. PLoS ONE, 7(6), e39333. Identificador de objeto digital: 10.1371/journal.pone.0039333
- Suchodolski, J. S., Markel, M. E., Garcia-Mazcorro, J. F., Unterer, S., Heilmann, R. M., Dowd, S. E., Kachroo, P., Ivanov, I., Minamoto, Y., Dillman, E. M., Steiner, J. M., Cook, A. K. y Toresson, L. (2012). The fecal microbiome in dogs with acute diarrhea and idiopathic inflammatory bowel disease. PLoS ONE, 7(12), e51907. Identificador de objeto digital: 10.1371/journal.pone.0051907
- Xenoulis, P. G., Palculict, B., Allenspach, K., Steiner, J. M., Van House, A. M. y Suchodolski, J. S. (2008). Molecular-phylogenetic characterization of microbial communities imbalances in the small intestine of dogs with inflammatory bowel disease. FEMS Microbiology Ecology, 66(3), 579-589. Identificador de objeto digital: 10.1111/j.1574-6941.2008.00556.x
- Pilla, R., Guard, B. C., Blake, A. B., Ackermann, M., Webb, C., Hill, S., Lidbury, J. A., Steiner, J. M., Jergens, A. E. y Suchodolski, J. S. (2021). Long-term recovery of the fecal microbiome and metabolome of dogs with steroid-responsive enteropathy. Animals, 11(9), 2498. Identificador de objeto digital: 10.3390/ani11092498
- Ziese, A. L. y Suchodolski, J. S. (2021). Impact of changes in gastrointestinal microbiota in canine and feline digestive diseases. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 51(1), 155-169. Identificador de objeto digital: 10.1016/j.cvsm.2020.09.004
- Allenspach, K. (2011). Clinical immunology and immunopathology of the canine and feline intestine. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 41(2), 345-360. Identificador de objeto digital: 10.1016/j.cvsm.2011.01.004
- de Souza, H. S. P. y Fiocchi, C. (2016). Immunopathogenesis of IBD: Current state of the art. Nature Reviews: Gastroenterology & Hepatology, 13(1), 13-27. Identificador de objeto digital: 10.1038/nrgastro.2015.186
- Davenport, D. J., Jergens, A. E. y Remillard, R. L. (2010). Inflammatory bowel disease. En M. S. Hand, C. D. Thatcher, R. L. Remillard, P. Roudebush y B. J. Novotny (Eds.), Small animal clinical nutrition (quinta edición, pág. 1065-1076). Mark Morris Institute.
- Allenspach, K., Culverwell, C. y Chan, D. (2016). Long-term outcome in dogs with chronic enteropathies: 203 cases. Veterinary Record, 178(15), 368. Identificador de objeto digital: 10.1136/vr.103557
- Volkmann, M., Steiner, J. M., Fosgate, G. T., Zentek, J., Hartmann, S. y Kohn, B. (2017). Chronic diarrhea in dogsꟷRetrospective study in 136 cases. Journal of Veterinary Internal Medicine, 31(4), 1043-1055. Identificador de objeto digital: 10.1111/jvim.2017.31.Vol. 4
- Atherly, T., Rossi, G., White, R., Seo, Y.-J., Wang, C., Ackermann, M., Breuer, M., Allenspach, K., Mochel, J. P. y Jergens, A. E. (2019). Glucocorticoid and dietary effects on mucosal microbiota in canine inflammatory bowel disease. PLoS ONE, 14(12), e0226780. Identificador de objeto digital: 10.1371/journal.pone.0226780
- Mandigers, P. J. J., Biourge, V., van den Ingh, T. S. G. A. M., Nakringa, N. y German, A. J. (2010). A randomized, open-label, positively controlled field trial of a hydrolyzed protein diet in dogs with chronic small bowel enteropathy. Journal of Veterinary Internal Medicine, 24(6), 1350-1357. Identificador de objeto digital: 10.1111/j.1939-1676.2010.0632.x
- Lenox, C. E. (2021). Nutritional management of dogs and cats with gastrointestinal diseases. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 51(3), 669-684. Identificador de objeto digital: 10.1016/j.cvsm.2021.01.006
- Gaschen, F. P. y Laflamme, D. (2010). Chronic enteropathies - canine. En Nestlé Purina PetCare handbook of canine and feline clinical nutrition (pág. 62-63). Nestlé Purina PetCare Company.
- Cave, N. (2012). Nutritional management of gastrointestinal diseases. En A. J. Fascetti & S. J. Delaney (Eds.), Applied veterinary clinical nutrition (pág. 175-220). John Wiley & Sons.
- Zoran, D. L. (2017). Nutritional management of gastrointestinal disease. En S. J. Ettinger, E. C. Feldman y E. Côté (Eds.), Textbook of veterinary internal medicine: Diseases of the dog and the cat (octava edición, pág. 1892-1899). Elsevier.